Las instituciones deben hacer su trabajo en lo que respecta a educar conductores de coches. Hace bastante tiempo que las ordenanzas municipales de muchas ciudades como Madrid permiten (y obligan) a las bicicletas circular por el centro de su carril. Esta es la mejor manera de garantizar la seguridad. Cuando los ciclistas circulan por un lado de la calzada, especialmente en aquellas calles que tienen carriles anchos, muchos conductores de coche tienen la sensación de que los puede rebasar sin riesgo, y esto produce situaciones verdaderamente peligrosas a ambos lados. Por una parte, la fila de aparcamiento generalmente a la derecha, en la que en cualquier momento se puede abrir una puerta o un coche puede ponerse en marcha súbitamente sin advertir la presencia del ciclista a su lado. Y por otra parte, si el carril es demasiado ancho, un pequeño desplazamiento a la izquierda puede invitar a otros vehículos (frecuentemente motos) a rebasar al ciclista por la derecha. Esta situación también es causante de inseguridad y de riesgo potencial.
No sirve de mucho generar normativas municipales avanzadas en el respeto y la educación vial si no se acompañan de una buena campaña para concienciar y educar conductores.
Es relativamente habitual que algunos conductores de coches, desconocedores de las ordenanzas municipales, griten a los ciclistas que supuestamente «se encuentran en su camino» para que se aparten hacia la derecha, lo cual genera situaciones de tensión indeseadas. Cuando un conductor de coche te pita, ya es tarde para dialogar.
En el siguiente vídeo podemos ver más ejemplos de «falta de educación»:
Aunque a veces intentemos dialogar y explicar desde nuestra bicicleta, la posición de partida está viciada porque el conductor cree estar sufriendo unas supuestas molestias producidas por el ciclista, que -piensa- le han retrasado en ese desplazamiento que estaba realizando y no se va a parar a dialogar plácidamente. Se echa de menos una buena campaña masiva para tratar de educar conductores y que no se produzca este tipo de situaciones.
Otros casos ya ni siquiera son cuestión de educación, sino directamente actos criminales, como se puede ver en este escalofriante vídeo:
Añadimos dos vídeos más que nos llegan como colaboración de lectores:
Rodado en la Gran Vía de Hortaleza y calle Aconcagua:
Algunos conductores de autobuses de la EMT (Empresa Municipal de Transportes de Madrid) muestran actitudes poco edificantes. Por mucha prisa que lleven, saltarse semáforos o cerrar el paso a las bicicletas no son comportamientos lógicos en profesionales del volante. Tenemos que decir que la mayoría de los conductores de autobuses de la EMT sí son profesionales cualificados y respetuosos, pero hay algunos que no están a la altura de lo que esperamos de ellos.
En este caso, un autobús de la línea 9 se salta un semáforo en rojo a pesar de que un peatón estaba empezando a cruzar, un poco más tarde otro autobús de la misma línea pone en riesgo a un ciclista al adelantarlo sin respetar la distancia lateral y cerrando el paso de manera peligrosa justo antes de la parada.
Y finalmente, un autobús se sitúa en un semáforo de manera que no deja distancia para que el ciclista pueda colocarse delante. Se fuerza la situación porque, tal como ocurre en muchos semáforos de Madrid, en los que existen zonas de «Avanzabicis», los ciclistas siempre están mucho mejor en la primera línea del semáforo. De esta forma se garantizan la VISIBILIDAD, que es el aliado número uno de la seguridad vial, y además en una posición avanzada se respira un poco menos la contaminación de los tubos de escape.
Conseguir visibilidad y ocupar nuestro sitio en la calzada es el mensaje cotidiano de los ciclistas, aunque algunas veces nos topamos con la incomprensión de algunos conductores de vehículos a motor, como este de la línea 9 de autobuses de la EMT.
A pesar de que algunos piensan que un semáforo es la parrilla de salida de una carrera de automovilismo, la verdad es que la mayoría comprende nuestro comportamiento y no nos pone impedimentos.
En este vídeo que nos ha aportado amablemente Fernando, seguidor del blog «Bicidenuncias», se aprecia un adelantamiento sin respetar la distancia de seguridad y un taxi que irrumpe en sentido contrario en una rotonda para adelantar ilegalmente al ciclista…
Animamos al resto de lectores que tienen cámaras de vídeo a que nos envíen colaboraciones como esta. No se trata de defender que Madrid no sea una ciudad adecuada para el ciclismo, sino todo lo contrario. Se puede ir perfectamente en bici por la capital. Con estos vídeos precisamente queremos incidir en que la mayoría de los conductores se comportan adecuadamente, pero hay algunos que no tienen respeto ni empatía hacia los demás, y debemos denunciarlos.
Si saben que su comportamiento puede ser denunciado, hasta los más cafres se lo pensarán dos veces antes de poner en riesgo a otro vehículo con el que comparte la vía pública.
Respetar una distancia lateral de 1,5 metros es lo mínimo que podemos hacer cuando adelantamos a una bicicleta, por ciudad o por carretera, puesto que la diferencia entre las velocidades de ambos vehículos puede suponer un grave riesgo para el más débil.
En el siguiente vídeo recogemos algunas de las acciones de las que hemos sido testigos durante la semana del 11 al 15 de Abril de 2015. Desde saltarse un semáforo sin consecuencias hasta acosar a un ciclista poniéndolo en riesgo, es muy amplio el espectro de actitudes que tienen algunos conductores madrileños. Deberíamos ser un poco más conscientes de la importancia de respetar las normas, no sólo por miedo a las sanciones, sino también por ser empáticos con el resto de usuarios de la vía, para facilitar la vida a los demás. ¿Por qué no lo hacemos?
La distancia lateral se ha convertido en la medida más reivindicada por los ciclistas de toda España, y cualquiera que haya circulado en bicicleta sabe por qué.
El hecho de respetar semáforos en la ciudad, más allá de librarnos de multas (también a los ciclistas), representa un compromiso con el civismo, con el respeto de unas normas que permiten la convivencia de todos los usuarios de las vías públicas. Hay ciclistas que consideran que los semáforos no van con ellos, porque su origen no está en regular el tráfico de vehículos de tracción animal o humana, sino en la proliferación de vehículos a motor, que requirió una regulación específica para evitar el colapso de la ciudad y los accidentes en los cruces. Otros ciclistas pensamos que los semáforos afectan a todos los vehículos, y por supuesto a las bicicletas, que forman parte del tráfico. Si queremos hacer valer nuestros derechos, también debemos respetar las normas que nos hemos impuesto en la sociedad.
De todas formas, el hecho de que algunos ciclistas se salten algunos semáforos no es el verdadero problema de fondo de la movilidad en la ciudad. Aunque ese argumento es muy utilizado por los conductores de coches cuando surge el debate entre estos y los ciclistas, la verdad es que los coches infringen mucho más las normas. No sólo hay muchos que se saltan los semáforos, sino que hay muchísimos (una inmensa mayoría) que no respetan ni por asomo los límites de velocidad urbanos, ni las zonas de estacionamiento, ni muchas otras normas básicas de convivencia de las que no hablan.
Desde aquí animamos a todos los ciclistas urbanos a respetar semáforos en la ciudad.
Hoy presentamos este corto vídeo rodado íntegramente en un par de días a primeros de Abril de 2016:
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