Saltarse semáforos, ¿un nuevo deporte?

Saltarse semáforos, ¿un nuevo deporte?

Saltarse semáforos en rojo es un gesto peligrosísimo al que no damos suficiente importancia. Muchos coches aprovechan para acelerar antes de que el semáforo cambie a rojo, a pesar de que recientemente se han instalado cámaras en algunos de ellos. También se saltan impunemente los semáforos peatonales en ámbar, aunque haya peatones a punto de cruzar. No somos conscientes de lo que puede suponer entrar en un cruce o en un paso de peatones a alta velocidad, en el momento en que otros pueden estar moviéndose. Debería haber más campañas educativas para sensibilizar la población ante este tipo de comportamientos.

Pero no sólo los coches, por desgracia, muestran su mala educación vial. Hay algunos ciclistas para los que los semáforos son invisibles. Técnicamente los ciclistas podrían ser objeto de multa, pero es cierto que no son demasiado frecuentes las multas a ciclistas por saltarse semáforos. En el caso del siguiente vídeo, se dan además los agravantes de nocturnidad y alevosía, porque resulta francamente temerario lanzarse en bicicleta durante la noche sin una mísera lámpara y los reflectantes reglamentarios.

En bicicleta también hay que respetar los semáforos. ¿Y tú, practicas el deporte de los «saltasemáforos», o eres un conductor responsable (en bici y en coche)?

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Conductor insolidario, un mal contagioso

Conductor insolidario, un mal contagioso

La enfermedad del «conductor insolidario» sigue manifestándose con demasiada frecuencia en el tráfico urbano de Madrid. Durante este mes de Octubre hemos sido testigos de cómo la «doble fila» sigue produciéndose con toda normalidad en todas las calles y a todas horas. Se trata de una actitud que no para de extenderse, y que muchas personas ven con normalidad, empezando por la propia Policía Municipal, que asiste como espectador impasible al abuso de estos conductores hacia el resto de ciudadanos.

Ocupar un carril de circulación para detener tu coche -ya sea por capricho, por una parada para hacer cualquier gestión (aunque sea momentánea) o por simple indolencia, como en el caso de los taxistas que prolongan la fila más de lo que deberían- es algo que debería estar perseguido y sancionado por parte de la Policía Municipal.

En este vídeo aparecen varias situaciones en las que la doble fila persiste impunemente en la capital. Concretamente, el ciclocarril del lateral del Paseo de la Castellana parece más pensado como zona de aparcamiento que como vía para desplazarse. Se hace francamente incómodo circular por él, teniendo que cambiarnos continuamente de carril para poder continuar nuestra ruta. ¿Hasta cuándo seguiremos padeciendo al «conductor insolidario» en nuestras calles?

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